Funcionarios municipales les prometieron el martes a los residentes que la demolición planeada de las enormes estructuras centenarias de almacenamiento de grano — conocidas como los Damen Silos — en el lado suroeste se haría con salvaguardias para evitar riesgos ambientales.
Sin embargo, docenas de personas que asistieron a una reunión pública en el Instituto Arturo Velásquez cuestionaron si la Municipalidad advertirá debidamente a los vecinos sobre el proceso, si llevará a cabo un sólido monitoreo de la contaminación del aire, si controlará el polvo y tomará las medidas de seguridad adicionales que evitarán una debacle como la implosión fallida de la chimenea de la antigua central eléctrica de carbón Crawford en La Villita hace tres años.
“Nos preocupamos por nuestros hijos, nos preocupamos por el aire que respiramos”, le dijo Erica Montenegro, residente de McKinley Park, a un grupo de funcionarios de la Municipalidad presentes en la reunión, instándoles a proporcionar públicamente datos puntuales sobre la calidad del aire si se aprueba la demolición.
El nuevo propietario de los silos y las estructuras cercanas solicita permiso a la Municipalidad para demoler y reconstruir la propiedad, situada en un área industrial junto al Río Chicago.
La planificación de los silos, cerrados desde hace tiempo, está siendo cuestionada en virtud de las normas establecidas tras el incidente de Crawford. Una implosión derribó una chimenea de casi 400 pies en la planta Crawford, creando una gran nube de polvo que amenazó la salud de los residentes el fin de semana de Pascua de 2020 durante la pandemia.
Los Damen Silos, cerca de la Calle 29 y la Avenida Damen, incluyen dos conjuntos de silos de concreto de 80 pies de alto, una torre de unos 110 pies de altura y tres edificios de uno o dos pisos de altura y en su mayoría desintegrados. Su destrucción y eliminación planeadas entran dentro de una categoría de la Municipalidad conocida como demolición “ambientalmente compleja” y no se permitirá ninguna implosión.
El Comisionado de Edificios de Chicago, Matthew Beaudet, prometió un “proceso seguro y lento” que durará varios meses si se conceden los permisos de demolición.
Algunos conservacionistas y residentes se preguntaron por qué era necesario derribar los Damen Silos y dijeron que esperaban algún tipo de reutilización.
El estado les vendió la propiedad, que incluye más de 20 acres a lo largo del río, al empresario Michael Tadin Jr. y su familia por $6.5 millones. Tadin es contratista de la Municipalidad como copropietario de MAT Asphalt, que ha sido objeto de quejas de varios vecinos de McKinley Park.
Tadin no ha dicho lo que hará con la propiedad, pero dijo que planea demoler los silos y ha contratado al contratista Heneghan Wrecking.
Kurt Berger, director de operaciones de Heneghan, también les aseguró a los residentes en la reunión del martes que su empresa tomará precauciones y desmantelará lentamente las estructuras.
Si la demolición sigue adelante, habría otra serie de aprobaciones que Tadin necesitará antes de su desarrollo.
“Evaluaremos qué tipo de uso es el mejor para la propiedad”, explicó Tadin en un comunicado al Chicago Sun-Times. “Este proceso llevará algunos años”.
Los reportajes de Brett Chase sobre medio ambiente y salud pública son posibles gracias a una subvención del Chicago Community Trust.