Las olas de un buque que empujaba una enorme embarcación en el Río Chicago provocó que se volcara una lancha y que se ahogara un niño de 7 años, según una demanda presentada el jueves por la familia.
Víctor Lobato Ochoa, de La Villita, fue arrojado al agua de una lancha a motor de 16 pies por las olas creadas por el buque y la embarcación que aceleraban rápidamente en una zona no permitida en las primeras horas de la noche del 22 de julio de 2020, según la demanda. .
El niño se ahogó en la rama sur del Río Chicago, directamente al sur de la calle Roosevelt, cerca de Ping Tom Memorial Park. Víctor estaba en la lancha con sus padres, tres hermanos y varios amigos de la familia en un crucero por el río.
La demanda cita un reporte del Departamento de Recursos Naturales de Illinois que concluyó que la causa del accidente fue la “fuerza de la estela” del buque y la embarcación que juntos abarcaban 271 pies.
Los buzos del Departamento de Bomberos de Chicago encontraron el cuerpo de Ochoa atrapado debajo de la lancha. Fue trasladado en helicóptero al Hospital Mercy, donde fue declarado muerto. Cinco de los otros ocho pasajeros a bordo del barco recibieron atención en un hospital local.
“La estela tuvo un efecto reverberante en el que rebotó en la pared del río y luego básicamente chocó, agravando el efecto”, dijo el abogado Mike Gallagher, que representa a la familia de Víctor, en una conferencia de prensa el jueves en la oficina de su bufete de abogados en el centro.
A excepción de un adulto que sabía nadar, todos en el bote llevaban un salvavidas, dijo Gallagher.
“Víctor tenía puesto un salvavidas, pero de alguna manera se desprendió de él cuando estaba siendo atrapado debajo del bote”, dijo Gallagher, y señaló que un salvavidas no le hubiera salvado la vida porque el niño estuvo atrapado por unos 20 minutos debajo del agua.
“No hay día en el que no me despierte y espere verlo allí”, dijo el jueves la madre de Víctor, Mariana Ochoa. “Voy a visitarlo todos los días al cementerio”.
La demanda busca daños monetarios no especificados de cuatro compañías que poseen y operan el buque y la embarcación, entre ellos Lehigh Hanson Services. Un mensaje que se le dejó a Lehigh Hanson no fue respondido para el jueves.
A Víctor le gustaba ayudar y seguir las reglas, el tipo de niño que le decía a alguien que estaba triste que “todo estará bien”, dijo Mariana Ochoa. Quería ser bombero e iba entrar al segundo grado en la escuela primaria McCormick.
“Es desgarrador porque, como madre, ya no verás al niño transformarse en un adolescente, graduarse de la secundaria... y convertirse en lo que quiso ser”, dijo su madre.
“Es un gran dolor que uno llevará por dentro por el resto de la vida”, dijo el padre de Víctor, Jesús Lobato.
La familia espera que la demanda lleve a la concientización y prevención de futuros accidentes en un río donde el tráfico de embarcaciones comerciales y recreativas frecuentemente entra en contacto, una relación que depende de la regla de no estela.
“Si el barco hubiera ido a una velocidad más lenta, todo hubiera estado bien porque ya nos íbamos para la casa”, dijo Lobato.