El alcalde Brandon Johnson está reemplazando a todos menos uno de los miembros de la Junta de Educación de Chicago, incorporando activistas y organizaciones sin fines de lucro.
Los cambios se encuentran entre las decisiones más importantes del nuevo alcalde hasta la fecha, ya que busca transformar la educación en la ciudad. Johnson pasó la mayor parte de su carrera en la educación y con el Sindicato de Maestros de Chicago, lo que ayudó a llevarlo al Ayuntamiento.
La nueva junta tendrá un sentido diferente a la de años anteriores cuando consultores, abogados y banqueros ocuparon varios de los siete puestos. La ex alcaldesa Lori Lightfoot nombró a más maestros y padres de las Escuelas Públicas de Chicago que sus predecesores, pero Johnson avanza más en esa dirección al nombrar a varios activistas a su nueva junta. Solo uno de sus designados es abogado y dirige una organización de asistencia legal, mientras que otro nuevo miembro trabaja en filantropía con un banco.
“Es un honor para mí reunir a un grupo tan diverso de personas comunitarias, empresariales, filantrópicas y más para colaborar en torno a una visión para nuestras escuelas que garantice que cada estudiante tenga acceso a un ambiente de aprendizaje enriquecedor, de apoyo y con todos los recursos”, dijo Johnson en una declaración. “Estos son padres de CPS, al igual que yo, y promotores de la educación dedicados a crear entornos de aprendizaje que apoyen a nuestros hijos en el salón de clases y más allá”.
El nuevo presidente de la junta escolar es Jianan Shi, de 33 años, quien ha trabajado desde 2019 como director ejecutivo del grupo de defensa de los padres de estudiantes, Raise Your Hand for Illinois Public Education. Él está renunciando a esa posición. Ese grupo comenzó en 2010 cuando el distrito escolar amenazaba con aumentar el tamaño de las clases. Shi, de Boston, enseñó durante tres años en la escuela Secundaria Solorio en Gage Park antes de liderar el grupo.
Shi dijo que su nombramiento es un “honor, privilegio y responsabilidad que no tomo a la ligera”, y aprovechará sus experiencias como maestro, organizador y ex inmigrante indocumentado para abordar las deficiencias del sistema.
“Tenemos la tremenda responsabilidad de invertir en educación especial, de empoderar a [los concejos escolares locales] y crear una agenda familiar que se enfoque en los más afectados”, dijo. “Al aprovechar la interacción con la comunidad, expandir iniciativas integrales como escuelas comunitarias sostenibles e invertir en más programas como [educación profesional y técnica], podemos crear un distrito que funcione para todos. Seremos defensores de más fondos en todos los niveles y estableceremos la futura junta escolar de 21 escaños para tener éxito”.
Elizabeth Todd-Breland se desempeñará como la vicepresidenta de la junta. La único miembro de la era de Lightfoot, Todd-Breland es una profesora de historia de la Universidad de Illinois en Chicago que se ha desempeñado como una de las voces más progresistas de la junta durante los pasados cuatro años.
Los otros miembros nuevos son Mariela Estrada, quien trabajó para el Brighton Park Neighborhood Council y ahora es directora de participación comunitaria en United Way of Metro Chicago; Tanya Woods, una abogada que dirige Westside Justice Center, una organización de ayuda legal; y Rudy Lozano Jr. —hijo del famoso activista y organizador comunitario de Chicago Rudy Lozano Sr.— director ejecutivo de filantropía global en JPMorgan Chase & Co. y líder del Fellowship Initiative en Chicago, un programa que trabaja con jóvenes negros y latinos de bajos ingresos.
Los nuevos alcaldes tradicionalmente nombran a sus juntas escolares, pero no estaba claro si Johnson haría cambios significativos. El único miembro que anunció que se retiraba es Miguel del Valle, el exsenador estatal que fue presidente de la junta escolar de Lightfoot. Los otros cinco miembros habían sido adiciones recientes e incluían al ex concejal Michael Scott Jr. y la madre activista del lado sur, Joyce Chapman.
La nueva junta tomará sus puestos este mes y será la última junta de CPS completamente designada antes de que una junta ampliada y parcialmente elegida de 21 miembros asuma el cargo en 2025.
Pero los funcionarios tendrán menos recursos a los que recurrir a medida que se agoten los fondos federales de la pandemia en 2025, lo que expondrá un déficit presupuestario estimado de $628 millones.
CPS enfrenta este precipicio financiero, en parte, debido a su uso de fondos de COVID-19 para servicios y personal de apoyo, incluyendo consejeros e intervencionistas para ayudar con la recuperación de la pandemia.
El director ejecutivo de CPS, Pedro Martínez, ha dicho que las escuelas han tenido escasez de personal durante mucho tiempo y que la infusión de dólares ha ayudado a dotar al distrito de la manera que se necesitaba desde hace mucho tiempo.
Pero cuando se acabe el dinero de la pandemia, volverá a surgir el déficit estructural de CPS. La junta espera que el estado llene la brecha, pero eso está lejos de estar garantizado. Según las estimaciones del estado, al distrito le faltan alrededor de $1.4 mil millones en fondos necesarios para brindarle a los estudiantes una educación “adecuada”. Si el estado no cumple, la junta tendrá que tomar decisiones difíciles para equilibrar el presupuesto.
